PREGUNTAS FRECUENTES 

Cada sesión se quedará abierta en la plataforma durante 2 semanas, esto con la finalidad de que puedan ir poniendo en práctica las herramientas aprendidas cada sesión. 

Sí, en el programa hay una sección llamada "Material para imprimir" donde viene la presentación en formato pdf para que lo puedan imprimir. Les recomendamos ampliamente que lo impriman para que puedan tomar apuntes y tengan un aprendizaje mucho más significativo. 

Como vimos en la sesión uno en la adolescencia hay ambios físicos y neurológicos, un despertar de consciencia, el desarrollo identidad y búsqueda de autonomía y cambios en relaciones familiares

Super importante: Escucha sin juzgar, busca momentos de conexión, demuestra interés en sus gustos, respeta su espacio y autonomía, dale afecto aunque parezca que no quiera.

Es correcto, dentro de los cambios que viven nuestros adolescentes se ve impactado directamente el sueño por temas hormonales por lo que dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos y cambios en los patrones de sueño son parte de los cambios que experimentan los adolescentes.

En la adolescencia el cerebro pasa por una "poda sináptica," eliminando conexiones neuronales innecesarias y reforzando las más utilizadas. El lóbulo frontal, responsable de funciones como la planificación, la toma de decisiones y el control de impulsos, sigue madurando. Es hasta los 25 años que el desarrollo estructural del cerebro generalmente se completa. Sin embargo el aprendizaje y la adaptación continúan a lo largo de toda la vida.

Sin importar la edad lo que más lastima a un niño es la separación, gritos, amenazas, castigos, la ley del hielo, mandarlos a su cuarto, burlas etc. Todo esto lastima mucho el vínculo con ellos.

Existen diversos factores que han adelantado mucho la pubertad y adolescencia en los niños entre ellos la tecnología, la sobre información, alimentos, exposición 

Sé claro, firme y constante. Explica el porqué de las reglas y deja que aprenda de las consecuencias naturales de sus actos. 

No lo presiones. Busca momentos cómodos, como cuando van en el coche o están haciendo algo juntos. A veces escuchar sin esperar respuesta inmediata funciona mejor. No intervengas y pregúntale si le gustaría escuchar tu opinión.

Evita los sermones, escúchalo sin interrumpir, elige bien los momentos y valida sus emociones. A veces hablar de temas casuales abre la puerta para charlas más profundas.  

No se trata de prohibir, sino de enseñarle a usarlas con equilibrio. Establezcan acuerdos y hablen sobre los riesgos sin demonizar la tecnología. 

Valora su esfuerzo más que sus resultados, ayúdalo a identificar sus fortalezas y evita las comparaciones. 

Es normal que los adolescentes busquen más independencia, pero eso no significa que no te necesiten. Respeta su espacio, pero mantente presente con pequeños gestos: un mensaje, emojis, un café juntos o simplemente platicar con el de cómo fue tu día. Si nota que puede hablar contigo sin ser juzgado, poco a poco se abrirá más.

Cuando surja un conflicto, NO TE LO TOMES PERSONAL, recuerda que es su frustración hablando, respira antes de reaccionar. En lugar de imponer tu autoridad, busca entender su punto de vista y negocien soluciones juntos. Usa frases como: "Entiendo que estés molesto, hablemos cuando estemos más tranquilos". Modelar la calma y el respeto enseña más que cualquier castigo.

Busca momentos para conectar sin que haya un problema de por medio. Comparte tiempo en actividades que LE gusten a el, aunque sean cosas sencillas como ver una serie juntos o salir a comer algo. Evita sermones constantes y recuerda que sentirse aceptado es la base de una relación sólida.

En lugar de prohibiciones, establece acuerdos. Explícale los riesgos y beneficios de la tecnología y acuerden juntos horarios de uso. Predica con el ejemplo, mostrando un equilibrio en el uso de pantallas. También fomenta otras actividades para que no vea la tecnología como su única opción de entretenimiento.

Nuestro principal reto como papá es lograr que en la adolescencia  se cuestionen, qué pasa si..?

Dale pequeñas oportunidades para decidir y enfrentar las consecuencias naturales de sus elecciones. En lugar de decidir por él, pregúntale: "¿Qué crees que pasaría si…?" Esto lo ayuda a reflexionar y a asumir responsabilidad sin sentirse controlado

Las mentiras suelen ser un reflejo del miedo a la reacción de los padres. En vez de castigarlo inmediatamente, pregúntate por qué sintió la necesidad de mentir. Crea un ambiente donde pueda ser honesto sin temor a represalias. Si miente, explícale con calma por qué la confianza es importante y cómo pueden trabajar juntos para fortalecerla.

Evita resolver sus problemas por él, pero escúchalo y guíalo, le puedes dar guiones para que aprenda a manejar conflictos sociales. Pregunta: "¿Cómo te hace sentir esta situación?" y "¿Qué crees que podrías hacer?".

La clave es hablar de estos temas con naturalidad y sin sermones. Usa películas, noticias o experiencias cercanas como punto de partida. Pregunta su opinión y escúchalo sin juzgar. Si siente que puede hablar contigo sin miedo, es más probable que acuda a ti cuando lo necesite.

No hay una edad exacta, pero lo ideal es esperar hasta que el niño demuestre responsabilidad y autocontrol. A partir cierta edad, muchos niños empiezan a necesitarlo para comunicación, pero es clave establecer reglas desde el inicio: horarios de uso, qué apps puede tener y la importancia de la seguridad en internet. Un buen primer paso puede ser darle un celular sin acceso a redes sociales y con control parental para enseñarle a usarlo de manera responsable.

Busca juegos que fomenten la creatividad, el pensamiento estratégico y la cooperación. Algunas buenas opciones de juegos que conocemos son:

• Minecraft 
• Rocket League 
• Super Mario Odyssey 
• The Legend of Zelda: Breath of the Wild 
• FIFA o NBA 2K 

Revisa siempre la clasificación PEGI o ESRB antes de comprarlos. Trata de evitar los juegos con contenido violento o poco apropiado para su edad.

Recordemos que la adolescencia es una etapa en la que buscan expresarse, y lo hacen a través de su estilo, de su música etc. Antes de rechazar su ropa, pregúntate si realmente es inadecuada o si simplemente es diferente a tu gusto. Si crees que es inapropiada, conversa con ella desde el respeto, explicándole tu punto de vista sin imponer. Una buena estrategia es hacerle preguntas como: "¿Cómo te hace sentir esta ropa?" o "¿Crees que refleja quién eres?". Recuerda que lo más importante es que se sienta segura y cómoda con su cuerpo y su identidad.

Hoy en día como papás podemos escuchar letras de canciones que nos parezcan horrorosas sin embargo la música es una parte importante de la identidad en la adolescencia.

En lugar de criticar sus gustos, trata de entender qué le gusta de esa música y escúchala con ella para conocer su punto de vista. Puedes decirle: "Cuéntame por qué te gusta esta canción". Si las letras te preocupan, en lugar de prohibirla, aprovecha la oportunidad para conversar sobre sus mensajes y valores. Algo importante es que vea que respetas su mundo, aunque no compartas sus gustos.

Muchas veces pasa que en la escuela o con amigos escuche ciertos temas antes de que tú se los expliques. En lugar de evitarlo, usa esos momentos para hablar con él de forma abierta y adecuada a su edad. Pregunta: “¿Qué opinas sobre esto que escuchaste?”y bríndale información basada en valores y en su nivel de madurez. hazle saber que puede acudir a ti con cualquier duda antes de buscar respuestas en otras fuentes como lo es con amigos, hermanos de los amigos o internet. 

Como papás el miedo es normal en la crianza, pero cuando se convierte en el motor principal, puede hacer que sobreprotejamos o limitemos a nuestros hijos. En lugar de actuar desde el miedo, confía en lo que le has enseñado y en su capacidad para tomar decisiones. Pregúntate: “¿Mi temor es real o viene de mis propias inseguridades?” y elige guiar desde la confianza en lugar del control. Los adolescentes necesitan explorar el mundo para desarrollar criterio y seguridad en sí mismos.

Empieza con pequeños gestos: interésate en lo que le gusta sin forzarlo a hablar, cuestionarlo o querer sermonear. A veces, los momentos de conexión surgen en situaciones inesperadas: viendo una serie juntos, manejando o haciendo una actividad en común. También valida sus emociones sin tratar de corregirlas de inmediato. Frases como: “Y que opinas tu de eso?"  pueden abrir más la puerta a la comunicación que dar consejos no solicitados.

La edad recomendada depende del nivel de madurez del niño y de la seguridad que sientas con la familia que organiza la pijamada. Recuerda que es muy importante que haya confianza en el entorno y se establezcan reglas claras.